Ya sea que su hijo haya golpeado a alguien en la escuela últimamente o se haya negado a cepillarse los dientes, necesita un plan sólido para abordar los problemas de conducta . Un buen plan de manejo de la conducta garantizará que usted y todos los demás cuidadores de su hijo respondan a los problemas de conducta de manera constante.

Un plan de comportamiento también puede ayudarlo a encontrar consecuencias más efectivas y mejores incentivos que motivarán a su hijo a cambiar. Aquí hay cinco pasos que lo ayudarán a crear un plan de manejo del comportamiento que cambiará el comportamiento de su hijo.


Hay muchas estrategias disciplinarias diferentes que se pueden utilizar para abordar el mismo comportamiento. El tipo de estrategia de disciplina que será más eficaz depende de sus circunstancias. Si bien un niño puede responder bien a que le quiten su juguete favorito durante el día, otro niño puede responder mejor a un tiempo fuera.

También es importante implementar el refuerzo positivo para el buen comportamiento. Un elogio, una tabla de calcomanías o un sistema de economía simbólica pueden motivar a su hijo a seguir las reglas. Observe a su hijo portándose bien y bríndele un refuerzo positivo constante. Este paso a veces es tan efectivo para modificar el comportamiento como disciplinar a su hijo por comportamientos inapropiados.


Escribir su plan aumentará las posibilidades de que lo cumpla. También asegurará que esté preparado para lidiar con los problemas de conducta cuando surjan. Describe cómo reforzarás el buen comportamiento.


Por ejemplo, su plan podría ser elogiar las elecciones saludables de su hijo cada vez que juegue bien con su amigo. Luego, decida cómo responderá cuando muestre el comportamiento problemático en el que está trabajando, como usar un breve descanso cada vez que patea o golpea.

A continuación, explíquele el plan a su hijo en términos que pueda entender.

Diga algo como: "De ahora en adelante, si muerdes a alguien, tendrás que sentarte en el pasillo durante un tiempo muerto". Si un tiempo fuera es nuevo para su hijo, puede explicar con más detalle qué implica el tiempo fuera.

Cuando todos los cuidadores de un niño siguen el mismo plan de disciplina, es probable que el cambio de comportamiento ocurra mucho más rápido. Intente involucrar a maestros, proveedores de guarderías, abuelos, padres que no tienen la custodia y cualquier otro adulto que desempeñe un papel importante en la vida de su hijo.

Cuando todos los adultos usan un lenguaje similar, eso también puede ser efectivo. Por ejemplo, si todos los cuidadores dicen: "Los dientes son para masticar", como recordatorio cuando su hijo muerde, el mensaje se asimilará más rápido.

Entregue copias del plan escrito a los demás cuidadores. Si están dispuestos a opinar sobre lo que funciona y lo que no, esté abierto a cambiar el plan según sea necesario. Comuníquese unos con otros sobre cómo le está yendo a su hijo. Hable sobre cualquier cambio que esté viendo y discuta cómo están funcionando sus estrategias de disciplina .

La constancia puede ser la clave para un buen plan de comportamiento. Si todos pueden cumplir con las consecuencias cada vez que su hijo se porta mal, es probable que mejoren los problemas de conducta de su hijo.

Revise el plan según sea necesario. Cuando el comportamiento de su hijo mejore, es posible que desee elegir otro comportamiento para abordar.

Si el comportamiento de su hijo no responde bien al plan, cambie su estrategia. Pruebe diferentes consecuencias o trabaje en enseñarle a su hijo nuevas habilidades. Un enfoque nuevo puede ayudar a poner fin a la mala conducta obstinada.


Al implementar un plan de modificación de conducta, asegúrese de mantener una actitud positiva y anticipar el éxito. Si bien es inevitable que necesite afinar y ajustar el plan a medida que avanza, es importante que espere ver los resultados que espera.

Recuerde, una actitud positiva contribuye en gran medida a tener éxito.

Si comienza a sentirse abrumado o si está listo para renunciar al plan, busque apoyo externo. Hable con el pediatra de su hijo, un terapeuta o consiga un entrenador o mentor para padres que lo ayude a superar los momentos difíciles. Pero trate de ceñirse al plan y recuerde que el cambio lleva tiempo. Cree en ti mismo y en la capacidad de cambio de tu hijo.

Cambiar el comportamiento de un niño puede ser un proceso desafiante, especialmente si su hijo tiene problemas de desarrollo o una discapacidad. Pero trate de no renunciar al proceso. Al ser coherente con su enfoque, reconocer los comportamientos positivos y ser consciente del temperamento y las necesidades de su hijo, tendrá éxito.

A veces, el cambio sucederá rápidamente y otras veces puede llevar más tiempo de lo que anticipaba originalmente. Sea paciente, y antes de que se dé cuenta, esos comportamientos problemáticos serán cosa del pasado.