La depresión es común durante la adolescencia y puede verse diferente en los adolescentes que en los adultos. Los adolescentes a menudo parecen más irritables que tristes cuando están deprimidos.


Pero no todas las depresiones son iguales. La palabra depresión se usa para describir una variedad de condiciones. Hay cuatro tipos principales de depresión que suelen afectar a los adolescentes. Reconocer los signos y síntomas puede ser clave para recibir un tratamiento para adolescentes. Y la intervención temprana a menudo puede ser clave para un tratamiento exitoso. 

1. Trastorno de adaptación con estado de ánimo deprimido
Un trastorno de adaptación ocurre en respuesta a un acontecimiento de la vida. Mudarse a una nueva escuela, la muerte de un ser querido o lidiar con el divorcio de los padres son ejemplos de cambios que pueden provocar un trastorno de adaptación en los adolescentes.

Los trastornos de adaptación comienzan a los pocos meses del evento y pueden durar hasta seis meses. Si los síntomas persisten más allá de los seis meses, otro diagnóstico sería más apropiado.

Aunque son de naturaleza breve, los trastornos de adaptación pueden interferir con el sueño, el trabajo escolar y el funcionamiento social.

Su adolescente puede beneficiarse de la terapia de conversación para enseñarle nuevas habilidades o ayudarlo a sobrellevar la situación estresante.

2. Trastorno depresivo persistente (distimia)
El trastorno depresivo persistente (distimia) es una depresión crónica de bajo grado que dura más de un año. Los adolescentes con distimia suelen estar irritables y pueden tener poca energía, baja autoestima y sentimientos de desesperanza.

Sus hábitos alimenticios y patrones de sueño también pueden verse alterados. Con frecuencia, la distimia interfiere con la concentración y la toma de decisiones. Se estima que aproximadamente el 11 por ciento de los adolescentes, de 13 a 18 años, experimentan distimia. 

Aunque la distimia no es tan grave como la depresión mayor, la larga duración puede afectar gravemente la vida de un adolescente. Puede interferir con el aprendizaje, la socialización y el funcionamiento general. La distimia también hace que un adolescente sea más susceptible a otros trastornos del estado de ánimo en el futuro. La terapia cognitivo-conductual y la medicación suelen ser muy eficaces para tratar la distimia. 

3. Trastorno bipolar
El trastorno bipolar se caracteriza por episodios de depresión seguidos de períodos de manía o hipomanía (una forma menos grave de manía). Tanto el estado depresivo como el maníaco durarán desde un par de semanas hasta muchos meses. Los síntomas de la manía incluyen una menor necesidad de dormir, dificultad para concentrarse y mal genio.


Durante un episodio maníaco, es probable que un adolescente hable rápido, se sienta muy feliz o tonto y esté dispuesto a participar en conductas de riesgo. Muchos adolescentes se involucran en comportamientos sexuales de alto riesgo durante un episodio maníaco. 

Los adolescentes con trastorno bipolar probablemente experimentarán un deterioro significativo en su funcionamiento diario.

Sus severos cambios de humor interfieren con su educación y amistades. Bipolar es tratable pero no curable. El trastorno bipolar generalmente se trata mejor con una combinación de medicamentos y terapia.

4. Depresión mayor 
La depresión mayor es la forma más grave de depresión. Se estima que el 13 por ciento de los adolescentes, de 12 a 17 años, experimentaron al menos un episodio de depresión mayor en 2017, según el Instituto Nacional de Salud Mental.

Los niños más pequeños tienen tasas aproximadamente iguales de depresión según el género. Sin embargo, después de la pubertad, las niñas tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión.

Los síntomas de la depresión mayor incluyen tristeza e irritabilidad persistentes, hablar sobre el suicidio, falta de interés en actividades agradables e informes frecuentes de dolores y molestias físicas. La depresión mayor puede causar graves deficiencias en el hogar y en la escuela. El tratamiento generalmente implica terapia y puede incluir medicación.

Si tiene pensamientos suicidas, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 para recibir apoyo y asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido está en peligro inmediato, llame al 911.

Tratamiento para la depresión
Desafortunadamente, muchos adolescentes no son diagnosticados ni tratados. A menudo, los adultos no reconocen los signos de depresión en los jóvenes.

Si nota cambios en el estado de ánimo o el comportamiento de su adolescente que duran más de dos semanas, programe una cita con el médico.

Exprese sus preocupaciones y describa los síntomas que está viendo. Déjele en claro a su hijo adolescente que no cree que sea débil o loco. En cambio, hable sobre un problema de salud mental de la misma manera que hablaría sobre un problema de salud física.

Explique que los problemas emocionales necesitan curarse de la misma manera que los problemas de salud física. Y, a veces, la depresión requiere un examen y un tratamiento más allá de lo que puede hacer en casa.

El médico de su hijo puede derivarlo a un psicoterapeuta o psiquiatra para una evaluación y tratamiento adicionales. La terapia de conversación, la terapia familiar, la terapia de grupo y los medicamentos pueden ser opciones de tratamiento. El tratamiento se basará en el tipo de depresión que tenga su adolescente y la gravedad de sus síntomas.