El impétigo herpetiforme es una condición poco común que se ha informado en menos de 100 mujeres embarazadas. La enfermedad es similar a un tipo de psoriasis que se llama psoriasis pustulosa, aunque las mujeres con impétigo herpetiforme generalmente no tienen antecedentes personales o familiares de psoriasis.


Los médicos no están de acuerdo sobre si se trata de una enfermedad distinta causada por el embarazo o una forma de psoriasis pustulosa desencadenada por el embarazo. A pesar del nombre "herpetiforme", la erupción no es causada por un virus del herpes.

Se denomina "herpetiforme" según la apariencia de las pústulas, que pueden parecerse a las causadas por los virus del herpes (como la varicela). El impétigo herpetiforme no está relacionado con una afección de nombre similar llamada dermatitis herpetiforme, una erupción que se ha acuñado la "erupción celíaca".

Lo que parece
La erupción comienza como protuberancias o pústulas llenas de pus en los bordes de un área roja de la piel en la parte interna de los muslos y la ingle. Las pústulas se unen y se extienden al tronco y las extremidades, por lo general sin afectar la cara, las manos y los pies.

Sin embargo, la erupción puede extenderse a las membranas mucosas de la boca y al lecho ungueal. Hay pus, pero estas lesiones no están infectadas con bacterias, aunque pueden infectarse durante el curso de la enfermedad.

El impétigo herpetiforme generalmente comienza en el último trimestre del embarazo. La erupción generalmente desaparece después del parto, pero puede reaparecer en embarazos posteriores.

Quién está en riesgo
Las mujeres que tienen un trastorno paratiroideo llamado hipoparatiroidismo pueden ser susceptibles a esta afección durante el embarazo, ya que los niveles de calcio y albúmina en la sangre disminuyen. También se piensa actualmente que las mujeres que tienen ciertas mutaciones genéticas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la erupción.

No se sabe por qué ocurre la erupción durante el embarazo, pero no en otros momentos. Sin embargo, hay muchos cambios en la piel que ocurren normalmente durante el embarazo. 


Síntomas
El impétigo herpetiforme suele ir acompañado de síntomas importantes como fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, diarrea y fatiga. Algunas mujeres experimentan niveles bajos de calcio y fosfato en la sangre. 


Diagnóstico
El impétigo herpetiforme suele diagnosticarse por sus síntomas y su erupción característica. Por lo general, se realiza una biopsia de piel para descartar otras afecciones relacionadas con el embarazo. Algunos estudios han relacionado la afección con mutaciones genéticas, por lo que es posible que algunos médicos soliciten pruebas genéticas.

¿Qué más podría ser?
Hay muchos tipos de erupciones que se pueden observar durante el embarazo. Una erupción bastante común llamada pápulas y placas urticarianas pruriginosas durante el embarazo (también conocida como PUPPP , PUPPS o PEP) ocurre en una de cada 160 mujeres embarazadas. Similar al impétigo herpetiforme, esta erupción ocurre con mayor frecuencia en el tercer trimestre del embarazo, pero por el contrario, tiende a causar mucha picazón.


Tratamiento
El impétigo herpetiforme se trata con el esteroide oral prednisona.  La dosis inicial suele ser bastante alta y luego se reduce muy lentamente una vez que los síntomas están bajo control. A veces, los esteroides no se toleran bien.

Si este es el caso, se pueden usar otros medicamentos. Los antibióticos se usan solo si la erupción se infecta de manera secundaria. Los niveles sanguíneos de calcio, fosfato y albúmina se controlan durante el curso de la enfermedad.

¿Qué efecto puede tener la afección en el bebé?
Según la investigación, el impétigo herpetiformis está asociado con el riesgo de muerte fetal e insuficiencia placentaria.  El reconocimiento temprano es importante para reducir la morbilidad tanto materna como fetal. 

Las mujeres con esta afección deben ser monitoreadas de cerca por un equipo de médicos que incluya dermatólogos, obstetras y pediatras.