Los ataques de pánico son el síntoma más destacado del trastorno de pánico . Estos ataques suelen aparecer de forma inesperada y van acompañados de muchas sensaciones físicas aterradoras, como dificultad para respirar o hiperventilación.

La experiencia de la falta de aire puede ser un síntoma aterrador. Es posible que sienta que no puede respirar o tener suficiente aire en sus pulmones. Muchas personas lo describen como una sensación de asfixia, asfixia o asfixia. Es posible que sienta que se puede desmayar o potencialmente morir, lo que solo aumenta su pánico y ansiedad.

A algunas personas les preocupa tener una afección médica subyacente, como asma o problemas cardíacos. Sin embargo, la dificultad para respirar es un síntoma común de los ataques de pánico y generalmente no indica un problema médico mayor.

Causas

La dificultad para respirar que ocurre durante los ataques de pánico y la ansiedad a menudo es causada por un cambio en su patrón de respiración normal.  Normalmente, no somos conscientes de nuestra respiración. Cuando ocurren el pánico y la ansiedad, nuestra respiración puede volverse más superficial y restringida. En lugar de llenar los pulmones con respiraciones completas y completas, tomamos respiraciones rápidas y breves.

Esta hiperventilación, conocida como hiperventilación, hace que disminuyan los niveles de dióxido de carbono en la sangre. La reducción del dióxido de carbono puede causar muchos síntomas físicos, como hormigueo y entumecimiento, dolor de pecho y sequedad de boca.

La hiperventilación también puede convertirse en sensación de desmayo, mareo, aturdimiento y confusión. Una persona que está hiperventilando puede comenzar a respirar de manera rápida y fuerte. Sin embargo, muchas personas solo mostrarán leves signos de hiperventilación, como tos y respiración rápida.

Tratamiento

Una de las cosas más valiosas que puede hacer si experimenta dificultad para respirar es tratar de no entrar en pánico, sin importar lo difícil que sea. La falta de aire es una sensación muy aterradora. Sin embargo, si se vuelve aún más temeroso y ansioso, corre el riesgo de hiperventilar y aumentar significativamente la intensidad de su ataque de pánico.

La próxima vez que experimente dificultad para respirar, esté preparado para hacer frente a sus sensaciones físicas y pensamientos que provocan ansiedad. Existen numerosas estrategias para superar un ataque de pánico . Es importante que elija una técnica que le resulte adecuada y que practique esta habilidad con regularidad.

Para obtener los mejores resultados, practique su técnica de relajación en momentos en los que no tenga un ataque de pánico. Si practica en un estado más relajado, estará mejor preparado para utilizar su estrategia cuando realmente la necesite.

Un ejercicio de respiración para la falta de aire

La respiración profunda puede ayudarlo a regresar a su patrón de respiración normal y también puede tener un efecto relajante. Para recuperar la respiración, siga estas pautas básicas:

  1. Observe su respiración y cómo ha cambiado. Recuerde que tiene el control de su respiración.
  2. Coloque sus manos sobre su caja torácica. Ahora, inhale lentamente por la nariz, llenando su caja torácica de aire. Exhale lentamente por la nariz, tomando nota de cómo se contrae la caja torácica.
  3. Repita varias respiraciones, contando hasta 10 mientras inhala y 10 mientras exhala. Con cada respiración, trate de relajar cualquier tensión en su rostro, cuello y hombros.
  4. Coloque sus manos sobre su vientre. Quédese con su respiración profunda y suave. Respire hondo y llene su estómago de aire. Observe cómo su vientre se eleva hacia sus manos al inhalar y cómo su ombligo se contrae con la columna al exhalar. Repita durante varias respiraciones más.

Reserve al menos de cinco a 10 minutos al día para practicar este ejercicio de respiración. Intente practicar cuando se despierte para reducir la ansiedad matutina o antes de acostarse para descansar mejor por la noche. Al respirar con intención, es posible que pueda controlar su próximo ataque de pánico, incluida la dificultad para respirar.

El seguimiento de sus síntomas con un diario de ataques de pánico también puede ayudarlo a comprender mejor cómo se sienten sus ataques de pánico y qué síntomas deben provocar una llamada al médico.

Además de desarrollar su propio conjunto de habilidades de afrontamiento, debe tener interacciones regulares con su médico con respecto a sus ataques de pánico. Él o ella podrá determinar si la falta de aire es causada por su trastorno de pánico o por una afección médica separada.