Convencer a su adolescente de que se deshaga de su teléfono y venga a cavar en los macizos de flores con usted puede parecer una posibilidad remota, pero si le brinda la oportunidad, las herramientas adecuadas y el aliento, su adolescente podría descubrir que le encanta la jardinería.


Si le preocupa el tiempo o el espacio necesario para la jardinería, sepa que no es necesario que tenga un patio grande. Muchas plantas, incluidas las frutas y verduras, pueden crecer en contenedores, en patios o en jardines comunitarios.

Aquí hay algunas razones para cultivar un huerto con su hijo adolescente, así como algunos consejos para comenzar.

1. El cuidado de las plantas fomenta la responsabilidad
Ya sean flores o vegetales, cuidar las plantas ayuda a los adolescentes a desarrollar responsabilidades. También obtienen una sensación de logro y confianza en sí mismos a medida que crían pequeños brotes en bellezas en plena floración.

Desde un arbusto de mariposas hasta pimientos de albahaca o plátano, las plantas requieren suficiente luz solar y agua, pero también tienen necesidades individuales. Su jardinero adolescente podrá experimentar y aprender qué es lo mejor para cada planta, experimentando los beneficios de sus esfuerzos a lo largo del tiempo.

Las plantas de aloe de interior o los árboles de caucho en macetas pueden ser excelentes proyectos a largo plazo para los adolescentes. Las plantas de interior pueden vivir durante años sin requerir mucho tiempo o atención, lo que las hace perfectas para una familia sin mucho espacio al aire libre.

2. La jardinería es buena para el bienestar psicológico
Las plantas se utilizan a menudo como una herramienta terapéutica para ayudar a mejorar la salud mental , y la terapia de horticultura se utiliza en muchos programas terapéuticos para adolescentes. 


Se ha demostrado que los jardines reducen el estrés y la depresión, además de promover la productividad.

Tomar un descanso de la electrónica y las redes sociales también puede mejorar la capacidad de atención cada vez menor de los adolescentes. Se ha demostrado que los espacios verdes con árboles, césped y plantas mejoran la capacidad de atención de los niños con y sin TDAH. 


Las investigaciones muestran que pasar solo unos minutos al aire libre, rodeado de césped, árboles y plantas, puede aumentar la capacidad de un adolescente para concentrarse y concentrarse. Pídale a su hijo que le ayude a quitar las malas hierbas del jardín, podar los arbustos o regar las plantas; es posible que descubra que puede concentrarse mejor cuando regrese al trabajo.


3. El tiempo al aire libre promueve el ejercicio
La jardinería (incluso si se limita a una pequeña parcela o un jardín en macetas) ofrece dosis saludables de aire fresco, sol y ejercicio. Estos beneficios son especialmente buenos para los adolescentes que generalmente evitan la actividad física. Es posible que descubra que su adicto a la televisión disfruta cultivando papas reales (u otra planta).

Sembrar semillas, plantar plántulas y flores muertas requiere movimiento (lo que se traduce en algo de ejercicio). Es probable que los adolescentes estén tan absortos en su trabajo que ni siquiera se den cuenta del aspecto físico de la jardinería.

4. Las plantas ofrecen una excelente manera de conectarse
Las plantas pueden ser una gran herramienta para vincularse con niños distantes o para ayudar a los hermanos adolescentes a conectarse de una manera que no implique discusiones.

Dedique una pequeña porción del jardín (o varias macetas grandes si el espacio en el suelo no es una opción) a un jardín familiar. Haga que cada miembro de la familia elija una planta favorita que crezca bien en su clima. Un adolescente puede cultivar tomates, otro cebollas y otro, geranios.

Enfatice el esfuerzo de un equipo eligiendo plantas que crezcan bien juntas o que se ayuden entre sí (por ejemplo, la borraja ayuda a mantener a los gusanos del tomate alejados de los tomates).

5. Cultivar alimentos fomenta hábitos alimentarios más saludables
Los adolescentes que cultivan sus propios alimentos, incluso si el crecimiento se limita a una planta de tomate en un recipiente en el patio, es más probable que disfruten de una alimentación saludable. Probar los frutos de sus propios esfuerzos a menudo los inspira a comer más de los elementos que cultivan ellos mismos.

Los tomates o las frambuesas de cosecha propia directamente del arbusto pueden ser delicias increíbles para los adolescentes que se han esforzado por cultivarlos.

Enseñarle a su hijo adolescente sobre los beneficios nutricionales de las plantas que cultivan los capacitará para elegir alimentos sabios (y sabrosos) de por vida.

Un jardín en el patio trasero también es una manera excelente para que un adolescente consciente de la salud se asegure de que lo que come sea orgánico y conozca la fuente de su comida.

Hazlo divertido
Si la jardinería se convierte en una tarea horrible que nadie quiere hacer, su adolescente no obtendrá mucho de su experiencia en la jardinería.

Que sea divertido e interesante. Por ejemplo, permita que su hijo adolescente intente cultivar algo complicado o haga que cultiven los ingredientes necesarios para hacer pizza o ensalada.

Los adolescentes obtendrán los beneficios de la jardinería, desde una mayor confianza en sí mismos hasta lecciones de alimentación saludable, por el resto de sus vidas.