Cuando se trata de mantener a su hijo a salvo de los elementos , los labios pueden pasarse por alto fácilmente, hasta que se agrietan y duelen, es decir. La piel de los labios es más fina que la de otras zonas del cuerpo, lo que la hace especialmente vulnerable al aire frío y seco (interior y exterior), al viento y al sol.


Agregue el babeo, la succión del dedo o el uso del chupete de un niño pequeño y tendrá una receta para la piel rosada, cruda y agrietada alrededor de la boca. La buena noticia es que puede ayudar a prevenir los labios agrietados con unos sencillos consejos.

Manténgalos hidratados
Los niños de 1 a 3 años necesitan al menos 5,5 tazas de líquido al día, pero no es necesario que todo sea agua.  Las bebidas saludables, como la leche y el jugo de frutas, y los alimentos con un alto contenido de humedad, como la sandía y la sopa, cuentan para el total diario. Es común que los niños obtengan el 30% de su ingesta diaria de líquidos a través de los alimentos.

La Academia Estadounidense de Pediatría aconseja limitar el consumo de jugo a 4 onzas al día y solo servir jugo pasteurizado sin azúcar agregada. 

Humedezca su hogar
Si el aire dentro de su casa es seco, considere usar un humidificador en las áreas donde su niño pequeño duerme y juega. Asegúrese de leer las instrucciones del fabricante sobre la limpieza del humidificador para evitar bacterias y moho, y mantenga el humidificador fuera del alcance de los niños.

Ponga fin a lamer los labios
Cuando los labios están ásperos y secos, la reacción natural es tratar de humedecerlos con la lengua. Sin embargo, esto es contraproducente, ya que mojar los labios provoca más grietas a medida que se secan al aire.


Si ve a su hijo lamiéndose los labios, recuérdele que se detenga. También puede tomar medidas para eliminar la necesidad de lamer puliendo suavemente los labios con un cepillo de dientes limpio y de cerdas suaves cuando se vuelvan escamosos.


Limpiar su boca
Para ayudar a prevenir y curar las grietas, intente secar la boca de su bebé durante el día y después de las comidas y bocadillos.

Slick on Lip Balm
No espere a que aparezcan los primeros signos de agrietamiento para aplicar el bálsamo labial; Cubra habitualmente los labios y el área directamente alrededor de ellos para evitar que se sequen. Se recomiendan bálsamos labiales a base de petróleo o cera de abejas, ya que estas opciones son seguras para usar en niños pequeños y sellarán la humedad y protegerán los labios de la exposición a los elementos.

Los pediatras recomiendan usar un bálsamo labial que también contenga protector solar porque los labios son particularmente propensos a dañarse con los rayos UV.

Calmar a los dolores de cabeza
Si, a pesar de sus mejores esfuerzos, los labios de su pequeño se resecan, se descaman, se agrietan y le duelen, aplique un bálsamo o ungüento medicinal para esta área. Aunque son incómodos, los labios agrietados no suelen ser dañinos. Sin embargo, si los labios agrietados de su hijo sangran o van acompañados de fiebre que dura más de cinco días, consulte a su pediatra.