Si usted es el padre de un bebé o un adolescente, ¡todos estamos de acuerdo en que ser padre es un desafío! Puede ser maravilloso un día y luego agotador, estresante y abrumador al siguiente. 


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Siempre estamos buscando formas de cambiar el comportamiento de nuestro hijo; hacer que nuestros hijos encajen en un molde que funcione para nosotros. Sin embargo, este método rara vez funciona y nos enfrentamos a bebés que lloran, niños pequeños con rabietas y adolescentes atrevidos.

¿Qué pasa si dejamos de intentar cambiar a nuestros hijos y, en cambio, nos cambiamos a nosotros mismos? ¿Qué pasa si cambiamos nuestros estilos de crianza y filosofías de crianza? ¿Qué pasa si elegimos ver la crianza de los hijos a través de lentes de color rosa? ¿Y si decidimos no tomarnos todo tan en serio?

Podemos ajustar nuestros pensamientos y sentimientos sobre las luchas de la crianza de los hijos y convertirnos en padres más tranquilos y positivos. Al hacer algunos pequeños cambios, disfrutaremos más de nuestros hijos y, mejor aún, los comportamientos de nuestros hijos seguirán nuestro ejemplo. Aquí hay algunos pequeños cambios que producirán una relación  más fuerte y positiva entre usted y sus hijos.

Reconsidere su percepción del problema
Piense en algo que su hijo haga que lo vuelva loco o lo moleste. ¿El chillido agudo de su niño se mete debajo de su piel? ¿Su bebé tira comida le da ganas de gritar ? Primero, piense en lo que obtiene su hijo de este comportamiento que considera "malo". ¿Es tu atención? ¿O es una reacción? Una reacción negativa de un padre es suficiente para un niño que está tratando de llamar la atención. Tu reacción de enojo solo mantiene el comportamiento.


En segundo lugar, piense por qué le molesta tanto el comportamiento. ¿Te avergüenzas delante de los demás? ¿Ha decidido que es un "mal" comportamiento porque es algo que los adultos no consideran aceptable? La mayoría de estos comportamientos pueden ser molestos, pero son apropiados para el desarrollo y no lastiman a su hijo ni a nadie más. Cuanto menos te estreses por ellos, antes llegarán a su fin. 


Baja las expectativas
¡A veces, olvidamos que nuestros hijos son solo niños! Tener expectativas que no son apropiadas para la edad de sus hijos solo los preparará para el fracaso y les dará razones para decepcionarlo. ¿Espera que su hijo tenga buenos modales en la mesa, que se siente durante largas comidas o que salude a todos sus amigos y familiares? Enseñarles a sus hijos estos comportamientos "adultos" y modelarlos animará a sus hijos a hacerlos, pero mantenga sus expectativas bajo control, especialmente si su hijo no ha tomado una siesta o tiene hambre.


La temporada navideña es un momento en el que estos comportamientos no deseados surgen porque los niños se sienten abrumados por las grandes reuniones o por comer y dormir en diferentes momentos. Algunos niños son más introvertidos o tímidos y se sienten incómodos hablando con adultos. Si reduce sus expectativas, hay menos lugar para la frustración.


Recuérdese que la fase pasará
¿Te acuerdas de las horrendas primeras semanas en casa con un recién nacido? No estabas durmiendo, alimentando a un ser diminuto cada 2 horas. Para la mayoría de los padres, esa etapa parecía que nunca terminaría, pero lo hizo, y también lo hará cada etapa. Si su durmiente sólido de 12 horas por noche comenzó a despertarse a las 3 am o su niño amante de las verduras solo comerá macarrones con queso, recuerde que la mayoría de los comportamientos indeseables son fases, con finales.

Si los comportamientos preocupantes de su hijo continúan por un tiempo, hable con su pediatra.

Comparte la responsabilidad emocional
¿Le pide a su pareja que le cambie el pañal al bebé, deje a su hijo en el fútbol o ayude a su hija a ponerse los zapatos? ¡Por supuesto! Pero, ¿comparte sus responsabilidades emocionales como padre? Pedir ayuda tangible o física es más fácil para los padres. Si se siente preocupado por cómo le va a su hijo en la escuela o simplemente se siente abrumado por todos los sentimientos que conlleva ser padre, compártalos con su pareja. No es necesario que cargues con el peso del mundo sobre tus hombros.

Conectar en lugar de corregir
Conectarse con su hijo facilitará su trabajo como padre porque los niños que se sienten conectados escuchan mejor, se sienten menos frustrados y eligen comportamientos positivos. Si su hijo muestra un mal comportamiento , primero intente conectarse con él antes de abordar el mal comportamiento. El comportamiento puede ser una manifestación de una necesidad de atención, sentimientos de abandono o aislamiento u otros sentimientos desagradables.

También es importante conectarse con su hijo a diario, fuera de la disciplina. Los niños que se sienten conectados con sus padres tienen una mayor autoestima, tienen más confianza y toman mejores decisiones.

Dedique al menos 15 a 30 minutos al día para relacionarse con su hijo, sin otras distracciones. Deje que su hijo elija un juego o actividad o hagan un proyecto creativo juntos.

Participar en actividades significativas con su hijo (rojo) es una manera maravillosa de conocerlo mejor, desarrollar su autoestima y carácter, compartir valores, fortalecer la inteligencia emocional y crear recuerdos especiales.

Coaching en lugar de controlar
La siguiente parte de conectarse para cambiar el mal comportamiento implica entrenar a su hijo y no controlarlo a través del  helicóptero  o la crianza autoritaria. Piense en usted mismo como el entrenador de vida de su hijo, alguien que lo alentará a tomar buenas decisiones y a modelar comportamientos apropiados. Si controlas a tu hijo, ¿Cómo aprenderá a tomar decisiones por sí mismo?

Vea a través de los ojos de su hijo
Muchas veces los padres descartan los sentimientos de los niños porque los ven como inmaduros o demasiado dramáticos. Cuando su hijo esté molesto, dé un paso atrás, no juzgue ni vea la situación a través de los ojos de su hijo. Si lo hace, será más fácil ser empático y validar los sentimientos de su hijo. Esto lo acercará más y le permitirá a su hijo saber que es seguro contarle sus sentimientos tristes.

Críe al hijo que tiene, no al hijo que desea
¿Querías un atleta y tienes cerebro? Deseche todas sus ideas de cómo sería su hijo antes de que naciera y realmente observe bien al niño que tiene en el momento presente. Esto es especialmente importante para los padres de varios hijos. Cada niño es diferente, con diferentes cualidades, defectos y personalidades y debe ser criado de una manera que se adapte a sus necesidades. No existe una talla única en la crianza de los hijos y una vez que críe al niño que tiene, su trabajo como padre se sentirá mucho más fácil.