La disciplina suave es uno de los cinco tipos principales de disciplina que se basa en el respeto mutuo entre padres e hijos. La base de la disciplina suave es que se enfoca en usar la  disciplina y no el castigo .


De manera similar a  la disciplina positiva , los padres que usan una disciplina suave no azotan ni usan ninguna forma de castigo corporal. No avergüenzan ni avergüenzan a los niños, sino que proporcionan consecuencias negativas respetuosas que disuaden el comportamiento futuro.

La disciplina suave mira a largo plazo
La disciplina suave no solo se enfoca en el comportamiento de hoy. En cambio, ayuda a los padres a mirar a largo plazo. Los padres reconocen las habilidades que sus hijos necesitan y encuentran estrategias de disciplina que lograrán sus metas.

Por ejemplo, si un niño necesita aprender a ser responsable, los padres pueden ofrecerle más tareas para asegurarse de que el niño esté adquiriendo las habilidades que necesita. La disciplina suave implica abordar las deficiencias de habilidades para que los niños puedan crecer y convertirse en adultos sanos y responsables.

La disciplina suave enseña a los niños qué hacer
La disciplina suave se enfoca en enseñar a los niños el comportamiento apropiado. Por ejemplo, un niño que insulta a su hermano no solo tiene un tiempo fuera . En cambio, también se le ha enseñado a usar sus palabras de manera agradable.

La disciplina suave les enseña a los niños cómo expresar sus sentimientos de manera socialmente apropiada. Los niños aprenden a tomar decisiones saludables por sí mismos. 

La disciplina suave reconoce los sentimientos
La disciplina suave también tiene en cuenta los sentimientos del niño. Si un niño está molesto, un padre no diría: "Bueno, así es la vida" o "No deberías estar tan molesto por algo tan pequeño". En cambio, los padres que usan una disciplina suave les enseñan a sus hijos cómo lidiar con esas emociones incómodas. 


Los padres hablan con sus hijos sobre sus sentimientos y los toman en serio. Los niños se sienten validados cuando ven que los adultos toman en consideración sus sentimientos. Cuando hay un problema, trabajan juntos en la resolución de problemas y los niños pueden dar su opinión.


Cómo la disciplina suave pone énfasis en la seguridad
Los padres enfatizan la seguridad física y emocional. A los niños se les enseña a evaluar los riesgos y considerar si sus elecciones son seguras. Si un niño está a punto de tomar una mala decisión, los padres señalan las posibles consecuencias. 


A los niños también se les enseñan las razones subyacentes de las reglas.

Un padre podría decir: "Caminamos en los estacionamientos porque hay muchos autos circulando y debemos estar atentos para que no nos atropellen". Los padres que usan una disciplina suave no les dicen a sus hijos que hagan algo, "porque yo lo dije".


La disciplina suave explica las expectativas con anticipación
Cualquier cosa y todo se puede utilizar como una experiencia de aprendizaje para los niños. Un viaje a la tienda de comestibles, un paseo en automóvil o un juego se pueden utilizar para enseñar a los niños una variedad de habilidades.

Los padres dejan claras las reglas y expectativas con anticipación. Por ejemplo, antes de ir al hospital, a un niño se le puede decir: “Hoy vamos a visitar a la tía Sally en el hospital. Necesitaremos usar voces internas porque la gente en el hospital no se siente bien y algunos de ellos estarán durmiendo. También tenemos que usar los pies para caminar y los cuerpos tranquilos ".

Los niños tienen la oportunidad de hacer preguntas y se les dice las consecuencias si rompen las reglas.

Cuando los niños conocen las reglas de antemano, les da una opción. Saben lo que pasará si se comportan y también cuáles serán las consecuencias negativas si se portan mal. Cuando los padres usan una disciplina suave, no intentan obligar a los niños a hacer nada por pura voluntad y evitan las luchas de poder .

La disciplina suave tiene consecuencias positivas y negativas
La disciplina suave no debe confundirse con la paternidad permisiva . En cambio, los padres ofrecen consecuencias efectivas . Pero es importante tener en cuenta que cada consecuencia tiene un propósito específico.

Las consecuencias no se dan solo porque un padre está molesto o frustrado. En cambio, cada acción disciplinaria sirve como una oportunidad para que el niño aprenda.

Con los niños pequeños y los niños más pequeños, la redirección es una técnica disciplinaria común. En lugar de gritar o enviar a un niño a su habitación por tocar repetidamente algo que no se supone, un padre puede involucrarlo en una nueva actividad para detener el comportamiento.

Las consecuencias lógicas y las consecuencias naturales se utilizan a menudo para disuadir de que se repita el comportamiento negativo. El tiempo fuera puede usarse como una forma de enseñar a los niños a tomar un descanso cuando están enojados o molestos.

También hay consecuencias positivas que refuerzan el buen comportamiento. Los sistemas de recompensas se utilizan a menudo para fomentar el buen comportamiento o ayudar a los niños a trabajar en un problema de comportamiento específico. También se ofrecen elogios y mucha atención positiva para reforzar las buenas elecciones y el buen comportamiento.