No se sorprenda si su hijo en edad preescolar lo llama cualquier cosa, desde 'cabeza estúpida' hasta 'cara de tonto'. Es común que los niños de 3 y 4 años prueben su reacción usando 'palabras tontas'.


La forma en que reacciona a los insultos, sin embargo, hace una gran diferencia en la probabilidad de que su niño en edad preescolar continúe con los insultos.

Maneja tu reacción
Aunque puede ser tentador reírse cuando su hijo en edad preescolar lo llama por un nombre tonto, prestar demasiada atención a los insultos anima a su hijo en edad preescolar a hacerlo de nuevo. De manera similar, si se enoja y lo convierte en un gran problema, también puede alentar inadvertidamente que continúe el comportamiento.

A veces, ignorar las palabras es el mejor curso de acción. Si no muestra una gran reacción, su hijo puede seguir adelante y olvidar la palabra que probó.

Si repite la palabra o continúa mostrando falta de respeto, es importante intervenir. Responda diciendo: “No me gusta cuando me insultan. Por favor, no vuelva a hacer eso ”, y luego aléjese y concéntrese en un tema diferente. Esto le permite a su hijo saber que es una palabra inapropiada que no atraerá su atención .

Enseñe formas apropiadas de lidiar con la ira
Si su hijo lanza insultos porque está enojado, es importante que le enseñe nuevas habilidades. Necesita saber que no está bien usar palabras que hieran los sentimientos de otras personas.


Enséñele a su hijo algunas habilidades sencillas para el manejo de la ira . Hágale saber que está bien sentirse enojado, pero que herir a otras personas no es aceptable.


Ayúdelo a aprender a verbalizar sus sentimientos para que pueda decir "Estoy enojado" en lugar de "Eres estúpido". Los niños que pueden decir cómo se sienten tienen menos probabilidades de demostrarle que están enojados.

Proporcionar consecuencias cuando sea necesario
Si su hijo continúa insultándolo, o comienza a insultar a sus hermanos, proporcione una consecuencia negativa. Puede ser necesario un breve descanso o la eliminación de privilegios para ayudarlo a aprender que no puede insultarlo.


Es importante frenar el comportamiento lo antes posible para que no insulte a otros niños cuando esté en la escuela.

Crea reglas sobre el respeto
Establezca una regla sobre tratar a otras personas con amabilidad. Deje en claro que no permite que las personas lastimen el cuerpo de nadie con agresión física y que tampoco permitirá herir los sentimientos de nadie con agresión verbal.

Enseñe cómo los insultos lastiman a las personas y que no es algo agradable de hacer. A veces, incluso decir la palabra "Ay", cuando su hijo lo llama por un nombre, puede reafirmarle que hiere sus sentimientos.

Recuérdele las reglas cuando insulta a alguien. Diga: "Usamos palabras amables en nuestra familia y esas palabras no son amables".

Atrape a su hijo usando palabras amables
Anime a su hijo a usar palabras amables elogiándolo. Di: "Fue muy amable de tu parte decirle a tu hermana que se ve bonita" o "Muchas gracias por decir que te gusta el sándwich que te hice".

El elogio refuerza el buen comportamiento. Por lo tanto, cuanto más elogie a su hijo por usar el lenguaje apropiado, más probabilidades tendrá de que continúe con su buen trabajo.

Modelo a seguir Lenguaje apropiado
Si maldice o insulta a las personas en su lenguaje cotidiano, su hijo lo imitará. Es esencial ser un modelo a seguir con un lenguaje amable y respetuoso.

No permita insultos en la casa. Eso incluye mascotas. Si llama estúpido al perro, su hijo comenzará a llamar estúpido a la gente.

Nunca digas apodos a tu hijo. Decir cosas como "Eres un mocoso" le refuerza a tu hijo que está bien insultar a las personas (sin mencionar que puede causar algunas cicatrices emocionales). Modele cómo usar palabras amables, incluso cuando se sienta enojado y frustrado.