La hiperactividad y la inquietud constante causan problemas en el hogar y en la escuela. Las estrategias que siguen pueden ayudar a controlar la actividad motora hiperactiva y reducir la ansiedad del niño, sus maestros y sus padres.


Tenga en cuenta que los estudiantes con  dificultades de aprendizaje a veces tienen dificultades para moverse. Esto es particularmente cierto para los estudiantes que también tienen trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Estos consejos pueden ayudar a controlar dicha actividad motora, ya sea que se usen solos o con un plan integral de intervención conductual.

Consejos para profesores
Las siguientes estrategias pueden ayudar a los maestros a manejar la hiperactividad en el aula:

No retenga el recreo
Si bien puede ser tentador retener el recreo o el tiempo de juego físico como castigo por comportamientos hiperactivos, generalmente no es una buena idea que los maestros lo hagan. De hecho, retener el juego físico puede empeorar la hiperactividad en el aula. Desafortunadamente, las investigaciones muestran que quitar el recreo es un castigo común para los niños que se portan mal en clase. 

En cambio, si necesita disciplinar a un niño hiperactivo, busque un método alternativo. Por ejemplo, puede asignar al niño a la basura después de la escuela.

Los estudiantes con hiperactividad necesitan actividad física para eliminar el exceso de energía. Estar activo en situaciones apropiadas, como el recreo o los descansos para estudiar en casa, también refuerza el mensaje de que la hiperactividad puede ser apropiada en estos entornos y situaciones. Usar un movimiento inquieto o sentarse en una silla que se mueve también puede ayudar al niño a liberar algo de energía mientras permanece sentado.

Emparejar al niño con un amigo
Considere emparejar al estudiante con un amigo para hacer los mandados del salón, repartir papeles, lavar la pizarra u otras tareas físicas. Esta estrategia les da a los estudiantes un descanso y la oportunidad de moverse al mismo tiempo que les permite sentirse útiles. En casa, haga un descanso para realizar actividades físicas al aire libre, como un juego de atrapar, correr, baloncesto u otros deportes muy activos. Este tipo de actividad física puede reducir la inquietud y, a menudo, aumenta la tolerancia al trabajo en el asiento.


Permita que el niño se ponga de pie
Considere usar una estación de trabajo de pie o un área de trabajo con una silla tipo puff al lado o al fondo del salón que le permita al estudiante estar de pie para trabajar. Si esto ayuda, permita que el estudiante elija ponerse de pie para trabajar o moverse hacia la bolsa de frijoles cuando sienta la necesidad. Los sillones puf a veces pueden ayudar a los estudiantes con problemas de integración sensorial, que tienen algunos niños hiperactivos.


Usar una pelota antiestrés
Proporcione una pelota antiestrés u otro juguete blando y silencioso para que el niño la meta en su bolsillo o en su escritorio. Este tipo de juguetes pueden enfocar la atención, particularmente en estudiantes con dificultades de integración sensorial.


Fomente la atención a los detalles
Si el estudiante se apresura a terminar su trabajo, indíquele que lo revise cuidadosamente antes de entregarlo. Esto le enseñará a prestar atención a los detalles para evitar cometer errores descuidados que puedan dañarlo académicamente. Dividir las tareas en partes más pequeñas también puede ayudar a los estudiantes con hiperactividad a tener éxito. 

Dar segundas oportunidades
Al calificar el trabajo del estudiante, marque los errores y permítales recuperar el crédito parcial por las correcciones que hagan. Esto también les enseñará a prestar más atención a los detalles y les proporcionará motivación para revisar su trabajo.

Permita tiempo para descansos
En la escuela, brinde descansos entre las asignaciones y durante períodos prolongados de trabajo en el asiento. Considere permitir que el estudiante camine vueltas en el gimnasio, haga ejercicios isométricos, estiramientos y ejercicios de respiración para aliviar la tensión al menos una vez por hora. Esto puede ser tan simple como caminar a la oficina para recoger algo o hacer algunos saltos en el pasillo. De hecho, mientras está en la escuela, toda la clase puede beneficiarse de estos calmantes para el estrés y la tensión.

Consejos para padres
Hay muchas cosas que los padres de niños con hiperactividad pueden hacer para ayudar a sus hijos a tener éxito en la escuela y en el hogar, como proporcionar comentarios positivos, recordatorios visuales y orientación calmada y amorosa. Muchas de las sugerencias anteriores también pueden ser útiles en casa, como animar a su hijo a que haga pausas para moverse entre actividades.

Reconocer que la hiperactividad no es lo mismo que una mala conducta intencional también puede ayudar a los padres a responder a sus hijos con paciencia y empatía. Muchos niños con hiperactividad simplemente necesitan mover el cuerpo con frecuencia, por lo que pueden estar inquietos y tener problemas para quedarse quietos. El control de impulsos y el enfoque también pueden ser un desafío para ellos. 

Tenga en cuenta que la estructura, combinada con la flexibilidad necesaria, a menudo es beneficiosa para mantener a los niños encaminados.

Además, los padres y maestros deben tener como objetivo fomentar un diálogo abierto para ayudar a determinar qué estrategias funcionan mejor para apoyar al niño y garantizar que se satisfagan sus necesidades. 

Además, si la hiperactividad de un niño está por encima de lo normal o interfiere con su vida diaria, los padres deben hablar con su pediatra . El niño podría beneficiarse de la detección del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Si tienen TDAH, los tratamientos pueden incluir medicamentos, psicoterapia y otras medidas de apoyo.

Tenga en cuenta que algunos niños se distraen con el comportamiento inquieto de otros estudiantes, lo que puede fomentar un comportamiento más hiperactivo. Permita que estos estudiantes trabajen lejos del estudiante inquieto o trabajen en un agradable cajón de estudio.

Fundamentalmente, recuerde que todos los niños quieren que les vaya bien. Puede ser muy difícil para los niños reprimir la hiperactividad, así que trate de reaccionar a este comportamiento con calma y comprensión. Además, proporcione un entorno de apoyo que aborde su necesidad de mudarse.