Es irritante cuando un niño no escucha las instrucciones. Si tiene poco tiempo y su hijo no se mueve, puede ser especialmente frustrante. Es importante enseñarle a su hijo a escucharlo la primera vez que habla . De lo contrario, ignorar sus solicitudes podría convertirse en un hábito común.

Si no recibe respuesta cuando le dice a su hijo que es hora de entrar, o si su hijo actúa como si no lo escuchara cuando le dice que recoja sus juguetes, aquí hay siete pasos que debe seguir cuando su hijo lo ignora.

Eliminar distracciones


Es importante distinguir entre un desafío deliberado y simplemente no escucharte. Si le grita a su hijo cuando está jugando videojuegos en la otra habitación, es posible que esté demasiado absorto en el juego para escucharlo. Si les dices que guarden la bicicleta cuando pasan a toda velocidad por el camino de entrada, es posible que no capten lo que tienes que decir.

Antes de darle instrucciones a su hijo, elimine todas las distracciones. Apague la televisión, diga su nombre y establezca contacto visual. Incluso podría necesitar poner una mano en su hombro. Luego, dele a su hijo instrucciones claras que describan lo que quiere que haga.

Mantén las instrucciones breves y sencillas diciendo algo como "Recoge tus juguetes, por favor". Omita la conferencia y use un tono de voz firme y neutral.


Solicitar repetición
Asegúrese de que su hijo comprenda lo que dijo pidiéndole que repita sus instrucciones.  Pregunte: "Está bien, entonces, ¿qué se supone que debe hacer ahora?" y espera a que te expliquen: "Se supone que debo ponerme mi ropa de juego para poder ayudarte a rastrillar el césped".

Ofrezca aclaraciones o pregunte si tiene alguna pregunta. Si su hijo puede repetirle lo que se supone que debe hacer, sabrá que sus expectativas son claras.


Dar una advertencia
Una vez que le haya dado instrucciones a su hijo y esté seguro de que las entiende, espere unos cinco segundos. La información puede tardar un poco en asimilarse. Si su hijo no hace ningún intento de cumplir con su comando, lo está ignorando.

Déle a su hijo un cuándo ... luego una advertencia . Diga algo como: " Cuando vas arriba y empezar a limpiar su habitación, entonces usted será capaz de jugar en el equipo esta noche."

Use el mismo enfoque incluso si su hijo no lo ignora por completo. 2  Si su hijo dice algo como "¡Lo sé!" o "Lo haré en un minuto", dales una advertencia. Enséñele a su hijo que debe seguir sus instrucciones cuando se las dé, no de acuerdo con su propio horario.

Una excelente manera de reducir los conflictos y aumentar la adherencia es ofrecer opciones limitadas. Esto le brinda a su hijo oportunidades para una mayor responsabilidad y un sentido de control personal: "Puede elegir limpiar su habitación antes o después de la cena, a su elección".


Seguir adelante
Después de haberle dado una advertencia, déle a su hijo unos segundos para que comprenda. Si su hijo no hace ningún intento por hacer lo que le ha pedido, siga adelante con una consecuencia. Podrías decir algo como "Debido a que elegiste no limpiar los platos, también elegiste perder tiempo en los videojuegos".

Si se pierde un privilegio, asegúrese de que su hijo comprenda que la pérdida no es algo que usted eligió hacer. Haga hincapié en que pueden tomar una decisión diferente y cambiar los resultados.

Asegúrese de cumplir con su advertencia. Si no está preparado para seguir adelante con la consecuencia que ha establecido (como quitarle un privilegio), busque algo con lo que pueda seguir adelante.

Crea un plan
Haga saber sus inquietudes diciendo: "Me doy cuenta de que tenemos desafíos, especialmente en lo que respecta a hacer las cosas. ¿Qué se interpone en su camino para que pueda seguir adelante?" En lugar de acusarlos de no escuchar, intente tener una conversación sobre los posibles obstáculos.

Para algunos niños, recibir elogios y atención positiva es suficiente motivación para que sigan haciendo un buen trabajo. 3  Si le dice a su hijo: “Buen trabajo apagando la televisión justo cuando se lo pedí”, es posible que se sienta más motivado para hacerlo de nuevo.

Otros niños necesitan un mayor incentivo para seguir instrucciones. Considere un sistema de recompensas o un sistema de economía de fichas para motivar a su hijo a ser más obediente.

Descartar problemas subyacentes
Si la negativa de su hijo a escuchar es un problema en más de un entorno (por ejemplo, no escuchar en casa y en la escuela), es importante descartar problemas subyacentes. Hay algunas preguntas que debe hacerse antes de asumir que su hijo lo está ignorando.

¿Su hijo podría tener problemas de audición? Haga que le revisen la audición a su hijo si parece que tiene problemas para escucharlo o entender sus instrucciones.
¿Su hijo tiene problemas para prestar atención? Si su hijo está muy concentrado en lo que está haciendo y no lo escucha, o si no puede concentrarse el tiempo suficiente para cumplir con lo que ha dicho, es posible que tenga una afección como el TDAH .
¿Su hijo tiene una condición cognitiva? Los problemas de desarrollo o las deficiencias cognitivas pueden dificultar que un niño procese la información y actúe en un período corto de tiempo.
Si sospecha que su hijo puede tener un problema de salud mental o médico subyacente, hable con su pediatra. Pueden evaluar a su hijo y descartar cualquier explicación médica o de salud mental de su comportamiento. Si se diagnostica una afección, podrá trabajar con ellos en el tratamiento.

Evite las trampas
A veces, los padres sin darse cuenta entrenan a sus hijos para que los ignoren. Es más probable que gritar, regañar y suplicar hagan que un niño lo ignore. Las conferencias largas y dar demasiadas órdenes también pueden hacer que su hijo deje de escuchar.

Reserve sus instrucciones para los problemas más importantes que desee abordar. Cíñete a una sola advertencia: repetir las advertencias le enseñará a tu hijo que no tiene que escuchar la primera vez que hablas.