Al preparar su propia comida en casa, puede ahorrar dinero y siempre sabrá exactamente lo que pasa por el cuerpo de su bebé. Los alimentos preparados en casa durarán aproximadamente un mes en el congelador.

El proceso

  1. Lave a fondo las verduras o frutas frescas que haya comprado en la sección de productos para eliminar la suciedad y los posibles pesticidas.
  2. Cocine al vapor o hierva la fruta o verdura. Querrá que la comida esté blanda si su bebé acaba de comenzar con sólidos. Si su bebé ha estado comiendo durante un par de meses, puede cocinar la comida hasta que se pinche fácilmente con un tenedor para permitir una consistencia más espesa.
  3. Haga puré con los alimentos en una licuadora o procesador de alimentos, o procese con un molinillo de alimentos hasta que los alimentos alcancen la consistencia adecuada para la etapa de alimentación de su hijo.
  4. Colar la comida para eliminar las cáscaras sueltas. Alternativamente, antes de cocinar los alimentos, puedes quitar las cáscaras en ese momento para evitar este paso.
  5. Coloque la comida en puré en bandejas de cubitos de hielo y cúbralas con una envoltura de plástico y colóquelas en el congelador. Cuando los cubos estén congelados, puede ponerlos en bolsas con cierre hermético u otro recipiente de almacenamiento de alimentos. Asegúrese de etiquetar con el tipo de alimento y la fecha en que se preparó.
  6. Cuando llegue el momento de comer, retire todos los cubos que necesite y déjelo descongelar o descongelar en el microondas.

Consejos

  1. Las frutas y verduras frescas son siempre las mejores, pero también puede usarlas congeladas o enlatadas. Las frutas enlatadas son especialmente buenas para usar cuando las frutas frescas están fuera de temporada.
  2. Cuando su bebé esté comenzando a comer sólidos, recuerde introducir solo un alimento a la vez para identificar posibles alergias. A medida que su hijo crezca y sepa qué alimentos se han tolerado bien, puede comenzar a mezclar dos o tres frutas o verduras diferentes.
  3. Use algunos aditivos como sal, azúcar o conservantes. Su bebé no los necesita y algunos, como el jugo de limón, pueden causar una reacción alérgica en bebés muy pequeños.
  4. Algunas frutas no necesitan ser cocidas al vapor o cocidas, como el kiwi y los plátanos.
  5. Algunas frutas y verduras buenas para comenzar son las manzanas, ciruelas, peras, albaricoques, duraznos, plátanos, zanahorias, guisantes, judías verdes, calabaza y batatas.