Ya sea que su hijo haya estado golpeando a alguien en la escuela últimamente o se haya negado a cepillarse los dientes, necesita un plan sólido para abordar los problemas de conducta. Un buen plan de manejo de la conducta garantizará que usted y todos los demás cuidadores de su hijo respondan a los problemas de conducta de manera constante.

Un manejo del comportamiento también puede ayudarlo a encontrar consecuencias más efectivas y mejores incentivos que motivarán a su hijo a cambiar. Aquí hay cuatro pasos que lo ayudarán a crear un plan de manejo del comportamiento que cambiará el comportamiento de su hijo.


1. Identificar los comportamientos problemáticos

Antes de comenzar a abordar los problemas de comportamiento de su hijo, es importante identificar claramente qué comportamientos son los más problemáticos. A veces los padres dicen cosas como "Johnny es travieso".

Travieso significa diferentes cosas para diferentes personas, por lo que es importante describir el comportamiento específico que desea cambiar. Una explicación más clara del comportamiento problemático podría ser "Johnny grita cada vez que le dicen que haga algo que no quiere hacer.

Su hijo puede exhibir más de un comportamiento problemático que desea abordar. Si este es el caso, comience eligiendo tres que desee abordar primero. Puede elegir los que son más perturbadores o los que le están causando los mayores problemas.

Por ejemplo, si su hijo de 4 años muerde , gime , hace berrinches , se niega a recoger sus juguetes y se levanta de la cama repetidamente, puede que usted decida empezar por morder, levantarse de la cama y hacer berrinches porque esos los comportamientos afectan más a otras personas.

2. Elija herramientas de disciplina eficaces


Decida cuáles son las mejores estrategias de disciplina para su hijo.

Hay muchas estrategias disciplinarias diferentes que se pueden utilizar para abordar el mismo comportamiento. El tipo de estrategia disciplinaria será más eficaz depende de sus circunstancias.

Si bien un niño puede responder bien a que le quiten su juguete favorito durante el día, otro niño puede responder mejor a un tiempo fuera. Considere el temperamento de su hijo y las estrategias que probablemente pueda seguir de manera constante.

También es importante implementar el refuerzo positivo por buen comportamiento. Un elogio , una tabla de calcomanías o un sistema de economía simbólica pueden motivar a su hijo a seguir las reglas. Observe a su hijo portándose bien y bríndele un refuerzo positivo constante.

3. Escriba el plan


Escriba el plan de manejo del comportamiento de su hijo.

Escribir su plan aumentará las posibilidades de que lo cumpla. También asegurará que esté preparado para lidiar con los problemas de conducta cuando surjan.

Describe cómo reforzarás el buen comportamiento. Por ejemplo, cada vez que su hijo juegue bien con su amigo, elogie sus elecciones saludables.

Luego, decida cómo responderá cuando muestre el comportamiento problemático en el que está trabajando. Por ejemplo, colóquelo en un breve descanso cada vez que patea o golpea.

Explique el plan a su hijo en términos que pueda entender. Diga algo como: "De ahora en adelante, si muerdes a alguien, tendrás que sentarte en el pasillo para un descanso". Si un tiempo fuera es nuevo para su hijo, puede explicar más qué implica el tiempo fuera.

4. Revise el plan con otros cuidadores


Hable con otros cuidadores sobre el plan de manejo del comportamiento de su hijo.

Cuando todos los cuidadores de un niño siguen el mismo plan de disciplina, es probable que el cambio de comportamiento ocurra mucho más rápido. Trate de incorporar a maestros, proveedores de guarderías, abuelos, padres sin custodia y cualquier otro adulto que desempeñe un papel importante en la vida de su hijo.

Cuando todos los adultos usan un lenguaje similar, eso también puede ser efectivo. Por ejemplo, si todos los cuidadores dicen: "Los dientes son para masticar", como recordatorio cuando su hijo muerde, el mensaje se asimilará más rápido.

Entregue copias del plan escrito a los demás cuidadores. Si están dispuestos a opinar sobre lo que funciona y lo que no, están dispuestos a cambiar el plan según sea necesario.

Comuníquese entre sí sobre cómo le está yendo a su hijo. Hable sobre cualquier cambio que esté viendo y discuta cómo están funcionando sus estrategias de disciplina.

La coherencia puede ser la clave para un buen plan de comportamiento. Si todos pueden cumplir con las consecuencias cada vez que su hijo se porta mal, es probable que los problemas de comportamiento de su hijo mejoren.

Revise el plan según sea necesario. Cuando el comportamiento de su hijo mejore, es posible que desee elegir otro comportamiento para abordar.

Si el comportamiento de su hijo no responde bien al plan, cambie su estrategia. Pruebe una consecuencia diferente o trabaje para enseñarle a su hijo nuevas habilidades. Un enfoque nuevo puede ayudar a poner fin a la mala conducta obstinada.