El Taj Mahal es una de las estructuras más reconocibles del mundo. El sitio del patrimonio de la UNESCO es considerado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo , junto a la Gran Muralla de China y Petra en Jordania. Pero el Taj Mahal es una de las más nuevas maravillas del mundo en la lista, puesto que fue encargado en 1632. Por esta razón, sus admiradores a menudo se sorprenden al descubrir que nadie sabe realmente quién lo diseñó.


La combinación del Taj Mahal de influencias indias, persas e islámicas lo convierte en el ejemplo más distintivo y sobresaliente de la arquitectura mogol en la actualidad. Los mogoles reclamaron la descendencia de Genghis Khan y Tamerlane y establecieron una sociedad extremadamente diversa y religiosamente tolerante considerada en gran parte como la última Edad de Oro de la India. El Taj Mahal representa un punto de inflexión clave en la identidad del propio imperio. Aunque los mogoles estaban orgullosos de sus raíces persas y timúridas, el diseño del Taj Mahal muestra que ahora se veían a sí mismos como indios primero, respetando su herencia musulmana. Uno de los temas más dominantes del edificio es la jerarquía, que jugó un papel fundamental en la religión y filosofía mogol durante el siglo XVII.


Las historias oficiales de Mughal cuentan con 37 diseñadores y arquitectos que habrían podido contribuir a la comisión Taj Mahal para Shah Jahan. La persona que más probablemente desempeñó el papel de arquitecto jefe fue Ustad Ahmad de Lahore, un indio de ascendencia persa a quien se le atribuyó el diseño del Fuerte Rojo en Delhi. Los historiadores modernos tienden a estar de acuerdo en que el Taj Mahal fue un esfuerzo de colaboración; por ejemplo, el famoso constructor de cúpulas turco Ismaili Afandi probablemente tuvo un papel, junto con Amanat Khan de Shiraz, el calígrafo maestro cuya firma adorna la entrada del Taj Mahal.

Con un equipo como este, es probable que Shah Jahan actuara como un director artístico, reuniendo a varios expertos de renombre mundial y asignándoles tareas específicas de acuerdo con su propio calendario de proyectos. Más de 20,000 trabajadores de toda la India, Europa, Persia y el Imperio Otomano contribuyeron a la construcción del Taj Mahal, junto con 1,000 elefantes que realizan tareas de levantamiento de pesas. Si una persona lo diseñó o no, el producto final fue sin duda un esfuerzo grupal.