Si nuestra empresa dispone de un logotipo o identidad corporativa, está bastante claro el uso que debemos dar a los colores. Por otra parte, es posible que deseemos hacer un blog o una web personal, y en ese caso, tenemos más libertad para decidir. El blanco siempre queda bien. Pero al final, todas las páginas son blancas, imitando la pureza de la Apple. ¿Podemos ser algo más innovadores? ¿Qué colores quedarán mejor para nuestra web?
Colores según el público objetivo de la web
La psicología del color es una tendencia antigua que asocia preferencias de color a determinados grupos de personas, aunque claro, siempre hay excepciones. Según algunos expertos los colores planos y vivos como el naranja y el verde atraen a los más jóvenes. Un público más mayor prefiere los tonos pastel. Así que en función de a qué sector se dirige nuestra página web, podemos elegir unas tonalidades u otras.
Los colores y las emociones
Los colores se asocian a emociones, eso es indiscutible. El problema es saber qué emociones despertaremos utilizando un color u otro. Si queremos vender limpieza, pureza y naturaleza, lo mejor es utilizar tonalidades verdes. Eso lo saben muy bien las empresas petrolíferas o las que se dedican a hacer negocio con las energías renovables. Otro ejemplo es el color rojo: se puede utilizar para destacar un elemento o para hacer más llamativa una caja o enlace. Sin embargo, los especialistas dicen que nunca se debe usar para productos que se asocian al lujo. En este último caso es mejor utilizar el negro, que tiene fama de ser sofisticado y especial. También resulta curioso lo que se cuenta sobre el azul: por la razón que sea, provoca que se tenga menos apetito. Así que nunca deberíamos utilizarlo para una web que habla de comida o que pretende vender productos alimentarios.
Sigue las reglas básicas del diseño
Utilizar los colores de forma coherente puede ser complicado. De hecho, muchas personas tenemos serias dificultades para combinar la ropa de forma que no llame la atención, así que cuanto más para el diseño de una página web. Pero podemos seguir tres reglas que siempre nos sacarán de apuros:
  • Debemos tener un solo punto de impacto visual en cada página. Si tenemos muchos puntos que llaman la atención el usuario perderá interés por ellos.
  • En caso de combinar colores, utiliza los de la misma escala cromática o los colores complementarios. Si no lo haces así, puede que caigas en excesos que no serán bien encajados por todos los visitantes de tu web.
  • No llenos todos los espacios de la pantalla. Deja huecos en blanco para que la mirada descanse y se concentre en los elementos más importantes de cada sección de la web.
Los colores de nuestra web pueden determinar el éxito que tenga. No cabe duda que una buena apariencia contribuye a que nuestra web sea visitada y enlazada. Si nos convertimos en el paradigma del diseño web, tengamos por seguro que tendremos garantizadas miles y miles de visitas. El esfuerzo vale la pena.